1. La apuesta más segura
Lo último que quieres es planear una gran boda y que luego se cancele. Si optas por la vía de las microbodas, tendrás la seguridad de que tu evento podrá celebrarse. El futuro es tan incierto en estos momentos, que es mejor saber que podrás contar con la asistencia de tus amigos y familiares más cercanos que preocuparte de que nadie pueda asistir.
2. Aumento de la intimidad
En una boda grande, a los novios puede resultarles difícil pasar tiempo con todos los asistentes, y quizá sólo puedan saludar a cada uno una vez. Una boda pequeña significa que todos sentirán que realmente han vivido el acontecimiento juntos, con tiempo para hablar, bailar y estar presentes. Esto puede crear recuerdos mágicos que todos los invitados se llevarán a casa.
3. Opciones abiertas
Con una boda pequeña hay mucho espacio para la creatividad. Los novios pueden usar su imaginación para decidir cómo quieren que sea exactamente su boda, hasta el más mínimo detalle y posibilidad. Se pueden colocar decoraciones íntimas, quizás un local de comida puede encargarse del catering, y se puede hacer que cada invitado se sienta especial con algo personal diseñado para él.
4. Reducir costes
Esta es obvia: si la boda es la mitad de grande, entonces cuesta la mitad. Ahorrar presupuesto en la boda significa más presupuesto para la luna de miel, lo que obviamente es fantástico. Por otra parte, si tienes la mitad de personas con el mismo presupuesto y estás dispuesta a invertir en tu gran día, podrás crear el día de fantasía de tus sueños, yendo a por todas e incluyendo todo lo que siempre soñaste. Por otra parte, en el clima actual las cosas son difíciles para todos y poder ahorrar ese dinero podría ser una gran bendición.
5. Todos pueden participar
Que la gente no asista físicamente a la boda no significa que no pueda participar. Una opción es retransmitir la boda en directo para que la gente que no pueda asistir pueda seguir viéndola y participando, tal vez incluso con un evento de zoom para que la gente pueda disfrazarse y bailar juntos. Otra opción es enviar cestas de regalo a los invitados que hubieran estado allí, con champán, tarta nupcial y un pequeño recuerdo para que sepan que no se les ha olvidado y sigan sintiendo que formaron parte del gran día. Si las restricciones son la razón por la que la boda no puede ser un gran número, esto no significa que haya que dejar a gente fuera.
Lo más importante el día de tu boda es que dos personas enamoradas se casen y establezcan ese vínculo. Si la familia cercana y los amigos rodean el momento, entonces no hay mucho más que podamos pedir. Los acontecimientos de nuestra vida que tienen un significado especial pueden ser difíciles de manejar, ya que conllevan muchas expectativas, pero esta nueva tendencia de las microbodas parece encajar perfectamente con el momento que estamos viviendo, y podemos ver por qué tanta gente se apunta a ella.